Queridos Hermanos.

Patético llorar con discursos políticos. La emoción que veo en ellos es un vómito de pájaros cirróticos. ¿Qué lloráis, sus mentiras? Con vuestro llanto se enjuagan sus legañas todas las mañanas. Con vuestras esperanzas aplastan cada día los granos de pus y avaricia que sobresalen en sus caras grasientas, y ahí os quedáis mirando un discurso, izando banderas de colores, vuestra identidad que ahora es sólo ese trozo de tela insignificante. Os ofrecéis como cobardes a esos bípedos trajeados con corbata y maletín. Hipotecáis vuestra vida porque consuela, quizás, acurrucarse en esa comodidad: es vuestra plaga, vuestra condena. Os vaciáis de la libertad- eso con lo que se limpian el trasero vuestros adorados ídolos. Lo que no comprendéis es que la condición del ser humano lucha dentro de vosotros para salir hacia fuera, y ahí estáis vosotros, ahogándola constantemente con rebajas y latas de Coca Cola light (o zero), papel de cocina suave, cigarros slim, cremas que adelgazan, todos formamos parte de esa mierda, pero ahí está: ¡la condición humana! Esa pequeña bestia que se está desnutriendo dentro de vosotros, y os seguís secando por dentro con cada lágrima que derrocháis, mientras la emoción os invade. Y se os caen las babas cuando las palabras chorrean de esas bocas nauseabundas y vosotros, pobres, abajo recogéis los escupitajos como mártires modernos. Yo también me bebo un poco de hipocresía todos los días, sería ridículo negarme a la situación actual del ser humano...sería suicida hasta para mí misma, ante mí misma. Hay una sobreexplotación de recursos y una infrautilización de nuestra mente. ¡Te estás deshumanizando! Nos estamos deshumanizando al compás de nuevas campañas electorales, promesas que te inflan un poco más de esa patética esperanza, que luego resulta ser una maldita larva de miseria humana. Aún siento ese palpitar en mí, la brasa aún no se apaga a pesar de que continuamente me están arrojando arena, vertederos de mentiras, mareas humanas de arrastre a lo Cómodo, a la misma Perdición (a ese afuera que es como un perro sarnoso del que me tengo que esconder cada noche). La Condición chirria desde dentro, la ultraestructura nos está avisando, avivándose a sí misma. Déjala abrirse en ti como una flor carnívora: proceso necesario para poder volar sin cadenas.

Siento la libertad misma, deja que te penetre, ya basta de estar durmiendo en esa perpetua farsa. Nos manipulan con modelos mentales pre-establecidos, no tienes a donde refugiarte si todo sistema ideológico es pura basura, ácido que corroe nuestro más profundo Ser, la miseria humana en sus diferentes dimensiones o la ignorancia arañada de la mente de falsos profetas. Ridículo pensar en una revolución basada en una teoría construida desde la contradicción humana y la estupidez crónica. No podemos pretender encontrar la Salvación fuera, pues está dentro de nosotros mismos (somos el virus que debe contaminar lo ajeno).

Lobotomía masiva: extirpación de la opción de elegir. Ese es el camino, hermanos, ahí estamos todos expuestos día a día bajo la mano del Gran Hermano, somos células enfermas en tejidos hediondos, despierta y vierte tu bilis en el agujero de la rutina- tecla, tecla, espacio, tecla, tecla, espacio, seguimos la sintonía que nos imponen, la orquesta se dirige desde otro ángulo, siento ganas de explotar y derrumbar la arquitectura podrida de nuestra médula social. Cansancio y hambre, ¡nos mata el miedo! Es la neoplasia actual, este tumor crece, ¡ah! Antes de que me contagien ellos, quiero infectarlos yo.

Despierta, voy a insertar mi material genético en ti e intentar modificar tu genoma de eterno bostezo.

K209