Calles de abrigo he buscado
En los barrios que me han pertenecido
Nunca pude encontrar tumba
Ni muros que silencien mis palabras
La tierra es pastosa como las bestias que reciben tu cuerpo cuando
pasa
Mis pies carecen de ésa herencia querible
Y mi transitar se escurre en todos los velorios
La vida es deprimente cuando no te puede merecer
Cierro mi puerta por dentro
Están lloviendo salamandras de fuego en mi cabeza
Un ladrón se llevó mi corazón
Las lágrimas no sirven si tienes que ser el hombre que se
debe levantar al otro día
El frío arrecia en los suburbios
Y me dijeron que en el sur la revolución ha comenzado
Sólo mi familia está en la casa
La sombra cubre sus rostros de agonía, yo tengo que partir
Correr ya fue parte del delito
Es mejor ningún lugar a sentir carcomer tu espalda por basura
Iré donde haya luz o donde exista algo conocido
Un lugar con mi alma sobre suelo
La gente canta por los parques
Doctrinas de una vida que no me corresponde
Sólo miro a ésa mujer
Detenerse por momentos jamás frena el llegar
Seres híbridos de pájaro me encuentran falleciendo en un
rincón
Rostros de espejo
Y la muerte sólo es otra solemne soledad
Organismo desafiante que echa en sus bolsillos este único
padecer
Virulentos, mis aliados arando nueva tierra
Donde el aire es más fresco y la música más fuerte
Donde llueve si no hay cielo y las montañas son orgasmos
Donde tengo un nombre propio para poder creer en él
Me detengo a abrir las puertas de una galaxia conocida
Sólo con la enfermedad de Ser tú mismo
Mírame volar
Y siente ése horizonte como el tuyo, hermano.
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